Iñigo y su compromiso con la igualdad de género
La sencillez y la solidaridad, son las cualidades que identifican a Iñigo, un joven de 18 años que se define como un líder de su comunidad. “Siempre estuve rodeado de gente que me impulsaba a crecer personalmente y a ser mejor cada día, a no conformarme y a levantar mi voz”
Viene de una familia donde todos los hijos son hombres, su mamá y papá le enseñaron valores que fomentaban la igualdad de género. Comenta que desde pequeño fue instruido para saber que tanto hombres como mujeres son iguales, que se debe respetar sin importar su género o condición social, “desde pequeño supe que las tareas del hogar eran para todos los integrantes, nunca hubo una diferencia, tanto yo como mis hermanos teníamos que aprender hacer de todo y ser responsables con nuestras tareas”.
Para Lida, mamá de Iñigo, es un orgullo ser su madre, “como mamá siempre me he preocupado por hacer de él un chico honesto, sincero, inteligente, y sobre todo respetuoso, criarlo a él y a sus hermanos para mí ha sido más que una tarea algo bonito”. Ella describe a Iñigo como un gran hombre porque sabe respetar a todos sin importar su condición de raza o género, “y me alegra ver que desde niño sintió esa pasión por ayudar a todos y sobre todo por promover la igualdad de género, estoy lista para apoyarlo en todos sus proyectos”.
Gracias a las enseñanzas de su hogar y a medida que fue creciendo, se percató que en la sociedad muchas veces se hablaba de valores y de igualdad, pero a la hora de la práctica esto no era una realidad. Por esto, desde niño Iñigo le gustó inmiscuirse en grupos donde fomenten la igualdad en todas sus formas, con el fin de ayudar a que las demás personas tengan las mismas oportunidades.
Con el pasar del tiempo, conoció muchas desigualdades que lo motivaban a seguir firme en su convicción, comenta que le generaba malestar al escuchar “chistes inocentes” de tanto hombres como mujeres que fomentaban la desigualdad, como por ejemplo “los hombres no cocinan” o “las mujeres solo deben estar en el hogar”. Una vez escuchó la historia de una chica que su madre y padre no la dejaban estudiar con la excusa que ella era mujer y que debía estar en su hogar, “sentí ese llamado a trabajar para que las niñas, adolescentes y jóvenes puedan decidir y prosperar cada día y no pararé de hacerlo”.
Dentro de una sociedad que piensa que las mujeres deben luchar solas para defender sus derechos, Iñigo indica que como hombre sabía que en algún momento podía ser atacado por mensajes machistas y comentarios desubicados, porque hasta ahora es extraño que un hombre luche por la igualdad de género. Con su optimismo firme y la frente en alto comenta que siempre se ha mostrado a la sociedad como un joven comprometido con la igualdad. Considera importante que la mujer tenga las mismas oportunidades, que lidere espacios en los que hasta ahora no es común verla. “Mi deseo personal es que en algún momento tengamos en nuestro país una Presidenta de la República elegida democráticamente, para demostrar que ellas también pueden liderar un país, sé que esto es un poco difícil porque necesitamos concientizar a los ciudadanos. También sé que no es imposible y ahí pongo mi firme compromiso de apoyar a las mujeres en esta lucha que no es de ellas sino nuestra” comenta.
Iñigo en el 2019 participó como Joven Embajador en Estados Unidos, actividad que causó un giro inesperado en su vida. “Este programa me enseñó que todo lo que queremos conseguir es posible, a base de esfuerzo y dedicación, aprendí que los mejores líderes no se forman en una escuela, colegio o universidad, sino estando más cerca de la gente que nos rodea”. En esta experiencia aprendió a dirigir grupos de jóvenes, a ser empático con los pensamientos de todos, a entender que un líder no es el que está más arriba sino el que está con su grupo ayudando a superar las dificultades para llegar juntos al éxito.
Sus ideales crecieron, y lo definieron como un joven comprometido con la igualdad de género, está seguro de que en la sociedad todos cumplen un rol fundamental para el desarrollo y progreso. Iñigo se considera un ciudadano de libre pensamiento y democrático en todos los aspectos de su vida, trabajador, honesto y solidario con quienes más lo necesiten. Al regresar de Estados Unidos implementó un proyecto con su comunidad, específicamente con el grupo de su institución educativa. Con este grupo trabajó en varios talleres de liderazgo y crecimiento personal enfocado en la igualdad de género, los grupos comprendían a jóvenes mujeres y hombres de 15 a 18 años de edad. También trabajó en el proyecto de vida con cada uno de los participantes, brindando las bases para que sepan decidir que quieren ser en el futuro, lo denominaron Lideresas y Líderes en Acción al ser jóvenes líderes en busca de mejores días para su país.
Actualmente se encuentra estudiando la carrera de Ingeniería Civil en la Universidad Central del Ecuador, aspira culminarla y luego iniciar estudios en Ciencias Políticas “quiero algún día ser administrador de mi pueblo y considero que con justicia social y capacidad para liderarlo será un pueblo próspero… Estaré siempre comprometido a trabajar por la igualdad y desde cualquier espacio en donde me encuentre lo haré”.
Iñigo desea dejar un mensaje claro y contundente a las y los demás jóvenes: “Vivan cada día como si fuese el último, aprovechen las oportunidades que la vida les presenta y nunca se dobleguen ante nadie… mi mensaje de esperanza a ustedes, para que cada día de su vida hagan siempre buenas acciones y al final puedan tener la satisfacción del deber cumplido, que todas y todos seamos iguales en todas las condiciones que existen, a ti joven al igual que yo, te invito una y mil veces a seguir luchando por la igualdad”.
Autora: Jehocasta Fierro, Técnica de Sostenibilidad – Oficina Loja