Juan Carlos recuerda la felicidad que sintió cuando de niño construyó un carrito de cartón y se dio cuenta de la creatividad que poseía y el valor de las pequeñas cosas. Él es el segundo de cuatro hermanos, vive en la capital de los manabitas, en Portoviejo, en la Costa de Ecuador. A sus 34 años se siente afortunado de haber vivido una infancia plena, disfrutando de su niñez en un hogar donde siempre hubo un ambiente positivo y de igualdad.

Recuerda los momentos de encuentro familiar durante su niñez en donde una pelota de fútbol y “un peloteo era lo más grandioso”, así como, las actividades en familia que le han ayudado a motivarse, fortalecer su autoestima y valorar a sus seres queridos. En su casa siempre hubo un enfoque de “crianza positiva” -elementos que contribuyen al buen crecimiento y desarrollo de niñas y niños, es decir los cuidados de la salud, alimentación, vínculo afectivo, estimulación temprana, protección contra toda forma de violencia e igualdad de oportunidades-. Juan Carlos asegura que la infancia fue una de las etapas más importantes en su vida lo que contribuyó a su pleno crecimiento.

Desde muy pequeño, su papá Holger y su mamá Mercedes le enseñaron a dar valor a lo que tenían, aprendió a identificar que en cada familia hay algo bueno por compartir y entregar a la sociedad; y en el caso de la suya, era la solidaridad. Actualmente, es psicólogo de profesión, él considera que la paternidad activa y la crianza positiva son factores determinantes para el desarrollo de los niños y niñas. Esto es tarea de toda la sociedad, en donde se debe fomentar el involucramiento de los padres.

Juan Carlos ha tenido relación con Plan International desde pequeño cuando fue niño patrocinado. Luego, a sus 18 años, logró ser parte de los grupos juveniles participando activamente de los talleres y campamentos. Con Plan International ha fortalecido sus conocimientos sobre la paternidad y la igualdad de género, los cuales trata siempre de poner en práctica.

Juan Carlos destaca como una de sus virtudes la solidaridad “siempre hay algo que hacer por los demás” menciona; considera que su fortaleza es tener equilibrio en cada cosa que hace “nunca digas lo que pienses, piensa lo que vas a decir”. El patrocinio en su vida influyó para que en el presente estos valores que destaca sean arraigados a su actuar día a día. Ha sido presidente de gobiernos infantiles y juveniles en su comunidad. Ha representado a los jóvenes fuera del país y desde hace ocho años es facilitador de patrocinio para Plan International en Manabí. Entre sus responsabilidades se destacan el mantener una adecuada comunicación entre las y los niños afiliados y sus patrocinadores.

Otra faceta de su vida que le causa gran emoción es ser papá. “Ser padre es lo que siempre esperé”.  Hace 9 meses llegó a su vida una niña luchadora a quien él y su pareja llamaron Brianna. Ser un padre comprometido es algo fundamental para Juan Carlos. “Brianna, me está dando la oportunidad de vivir una paternidad activa donde mi esposa y yo compartimos las responsabilidades de alimentar, cuidar, vestir, bañar a nuestra hija, ambos tenemos claro que no es ayuda ni apoyo, es responsabilidad de los dos el amar y guiar hacia un crecimiento sano y con bienestar a Brianna”, indica.

Para este “Papá que Cuida” vivir la paternidad activa, le ha llevado a tener experiencias únicas. Disfruta de ser quien guía de manera didáctica el desarrollo y crecimiento intelectual y emocional de su hija. Gema su esposa cuenta, que Juan Carlos es paciente, cariñoso y compresivo y que juntos crían a Brianna.

Juan Carlos cree que, para él, el secreto del éxito es estar preparados cuando llega la oportunidad. “Ser padre es la oportunidad de fortalecer el corazón”, para que al final del día se sienta feliz, realizado y motivado para continuar inculcando valores en su hogar.

Sin duda, la actitud de Juan Carlos, le ha permitido sobrellevar las situaciones duras, teniendo claro que siempre hay que luchar porque en base a esa lucha esta la satisfacción de lo que se puede alcanzar en la vida. Explica también que, siempre trata que al final del día en su hogar lo recuerden como la persona en que pueden creer y confiar, una vez más vuelve a sonreír más fuerte.

“Quiero invitar a otros padres a compartir la crianza de sus niñas y niños, a mostrar afecto, a aprender a cuidarles y así podamos construir un mundo más equitativo.” 

Autora: Josselyn Bazurto – Técnica de Sostenibilidad, Oficina Manabí