Cambiar vidas, a través de Patrocinio
Este viaje dentro del área de patrocinio, a lo largo de 21 años de trabajo, han sido maravillosos, muchos podrían pensar que es monótono, y no es del todo mentira, hay días que realmente lo son, sin embargo, hay otros que alimentan tu espíritu y te hacen sentir que eres parte de algo que cambia vidas.
Uno de esos momentos, ocurrió hace algunas semanas, recibí un email informando acerca del fallecimiento de un patrocinador, recibir este tipo de noticias es común, pero está vez fue muy diferente. El patrocinador, Mr. Esposito, falleció con las fotos de sus 4 patrocinados en sus manos, y hasta el final se preocupó por ellos y demostró su cariño; en su lecho de muerte, solicitó a su familia que se haga una donación, para cubrir las aportaciones mensuales de patrocinio, hasta que cada uno de ellos cumplan la mayoría de edad.
La idea de patrocinar a una niña o niño al otro lado del mundo, no solo se centra en que vas a realizar la aportación de una cantidad mensual y punto, hay muchas personas patrocinadoras que realmente quieren aportar para hacer un cambio en las vidas de ese niño o niña, y construir una relación de amistad, solo a través de fotos y cartas.
El programa de patrocinio de Plan Internacional, nos permite asegurar la permanencia en las comunidades a largo plazo, y aquellas niñas y niños, quienes son parte de patrocinio, se convierten en representantes de su comunidad. Con los fondos recibidos, Plan puede realizar los diferentes proyectos, los cuales están alineados a la estrategia de país, diseñada cada 5 años.
Hay mucho que contar sobre cómo puedes visualizar un cambio en aquellas niñas y niños, quienes participan de los diferentes talleres y programas. Su crecimiento personal es fantástico, de ver un niño o niña tímida, que quizás no le gustaba hablar en público, o no opinaba sobre situaciones que afectan sus vidas; a luego ser testigo de que después de pasar por diferentes procesos, están empoderados, y levantan sus voces para decir sus opiniones, exigir que estás sean tomadas en cuenta, y reclamen el cumplimiento de sus derechos, a los garantes de los mismos; es algo que quizás no se podría lograr, sin la permanencia que se tiene en las comunidades con el programa de patrocinio.
Si bien el cambio no solo se ve en la vida de miles de niños y niñas, también lo vemos al otro lado del mundo, en miles de personas patrocinadoras, quienes además de dar su donación mensual, les escriben, les cuentan sobre sus vidas, les dicen que tiene sus fotos en su sala, o en el refrigerador; detalles como estos demuestran que buscan tener una conexión de amistad
Crear una relación de amistad, y en algunos casos mantenerla a lo largo de tiempo, me hace recordar a una pareja de Bélgica, cuando los conocí, ya tenían siendo patrocinadores por más de 20 años. Siempre buscaban tener patrocinados en la misma Unidad de Programas, ya que venían a Ecuador cada 1 o 2 años, y querían visitar a todos, inclusive aquellos que ya cumplieron su mayoría de edad, y con los que lograron mantener un contacto. Era increíble ver como recordaban traer un detalle, no solo para su patrocinada, sino para cada uno de los miembros de la familia, y recordaban nombres, tallas, era como recibir la visita de un familiar que vive en el exterior, así lo sentían todos.
A muchas personas patrocinadoras, incluso no les importa caminar largas distancias, para que el viaje al otro lado del mundo valga la pena, y ver a ese niño o niña, con quien han creado una conexión especial. Este fue el caso de la visita de una joven pareja, quienes vinieron en la época invernal de la costa ecuatoriana. Debíamos llegar a una comunidad de Santa Elena. En aquellos años no había una vía de acceso, y teníamos que ir en dirección a la montaña. Solo podíamos llegar pasando el río en carro, mientras estaba bajo, y luego dejarlo unos kilómetros más adelante, para seguir el camino a pie por 2 horas. No les importó el sol, el cansancio, su motivación era llegar y ver la emoción en el rostro de aquella pequeña niña, quien pensaba que alguien más, al que ni siquiera conocía en persona, le importaba su vida y lo que ocurriera con ella. En fin, son muchas las historias que contar, pero quiero cerrar resaltando que el programa de patrocinio, nos ha permitido generar confianza y permanencia en las comunidades a lo largo del tiempo, y ser testigos de varias historias y como las vidas de patrocinadores y patrocinados ha sido tocada por este sentimiento de solidaridad y amistad.
Historia escrita por: Gladys Rivera, Líder de Patrocinio de la PU Guayas