Melanie sonriendo

Melanie, determinada con sus sueños y optimista por el futuro

Melanie es una adolescente de 16 años que estudia su décimo año en el centro educativo de su comunidad, es la primera hija de tres hermanos, nació en una comunidad rural indígena de la cual se siente muy orgullosa. Ella  es una chica que aspira cumplir con su proyecto de vida, un proyecto que espera le genere oportunidades para que en conjunto con su familia lleven una vida llena de bienestar.

 “Dicen que solo a través de la educación podemos salir adelante”, afirma mientras agrega que la vida en el campo es muy dura y que requiere de mucho esfuerzo, por esto ve la importancia de estudiar. Melanie tuvo que asumir ciertas responsabilidades desde muy pequeña; entre estas actividades estaba el ordeño de vacas, dar de comer a los chanchos o a las gallinas y también preparar la comida para ella y sus hermanos.

Para salir adelante sus padres tenían que ausentarse de la casa de Melanie porque viajaban a otra ciudad para trabajar entre semana; esto implicaba que ella y sus hermanas y hermanos asuman las responsabilidades de su hogar hasta que ellos regresen cada fin de semana, cada quince días o cada mes. Era una situación difícil ya que la comida debía alcanzar para todo ese tiempo, estas preocupaciones y cargas influían en su vida escolar y la de sus hermanos. “Casi no teníamos mucho tiempo para estudiar y hacer las tareas que nos enviaban”, recuerda con sentimiento.

Cuando Melanie tenía 12 años tuvo la oportunidad de participar por primera vez en un taller con Plan International. Su involucramiento en estos talleres la han motivado a perseguir sus sueños y trabajar por ellos, y así estudiar para ser doctora. Melanie está segura que así podrá apoyar a muchas personas de su comunidad y en especial a su familia.

Entre los espacios que ha compartido con Plan están las actividades de liderazgo. A sus 14 años se vinculó al Movimiento Por Ser Niña, una organización de la sociedad civil conformada por niñas y jóvenes mujeres que buscan lograr la igualdad de género.

En este grupo Melanie ha podido desarrollar habilidades blandas que han fortalecido su liderazgo; como perder el miedo a hablar, no temer equivocarse y expresarse libremente compartiendo sus ideas y opiniones. Ahora es parte del grupo impulsor del Movimiento, y ha descubierto que al desarrollar sus habilidades y unirlas con el estudio ella es imparable, está determinada a ser doctora y es optimista por su futuro.

Entre las reflexiones que Melanie tiene, está la recomendación a las y los adultos para que apoyen a sus hijas e hijos a cumplir su proyecto de vida y materializar sus sueños. Esta joven lideresa insiste en que apoyar los estudios, la participación en espacios formativos y promover el cumplimiento de objetivos darán como resultado personas felices, exitosas e inspiradoras.

Si quieres conocer más historias sobre jóvenes optimistas y determinadas como Melanie visita: https://plan.org.ec/historias/

Autor:  David Jiménez León, Técnico de Desarrollo Local

Oficina Chimborazo – Bolívar      

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