Esta historia forma parte de una serie de testimonios recopilados en el proyecto implementado entre Plan International con el apoyo Programa Mundial de Alimentos y el financiamiento de la Oficina de Asistencia Humanitaria de Estados Unidos (USAID/BHA) el cual está dirigido a migrantes, refugiados y personas en movilidad humana, incluyendo adolescentes mujeres. El proyecto aparte de proveer asistencia alimentaria, brinda apoyo psicológico y asesoramiento legal. Además, se capacita a las personas en temas como nutrición, emprendimiento y derechos sexuales y reproductivos.

Kristal nos comenta sobre su participación en los talleres de higiene y menstruación; ella es parte del 58% de niñas y mujeres venezolanas refugiadas y migrantes dentro de Ecuador.

Alegre, observadora y muy positiva es Kristal, una adolescente de 16 años de padres migrantes venezolanos, la familia llegó a Ecuador hace más de un año. Es la mayor de dos hermanos y siempre ha sido un referente de liderazgo y motivación en su familia. Con mucha elocuencia, ella comenta su historia.

Su madre ha sido su motor, la motivación para cumplir sus sueños. Kristal se ha destacado como lideresa desde su infancia y en el colegio, gracias a su facilidad de palabra, habilidades de liderazgo y empatía con las demás personas, comenta que desea ser pilota. Aunque ha escuchado algunos cuestionamientos sobre esta carrera, que tradicionalmente está ocupada por hombres, indica que hará su máximo esfuerzo para cumplir su sueño con mucha perseverancia y motivación.

Desde pequeña, su madre se ha encargado de conversar con ella sobre temas de sexualidad y de todos los cambios que pueden surgir en su cuerpo, esto le ha generado confianza para poder abordar estos temas con familia y amigos. Kristal indica que los hombres deben sensibilizarse para evitar comportamientos inadecuados o que afecten a las niñas cuando están menstruando.
Agrega que existen algunos tabúes al respecto sobre la menstruación que se manifiestan con frases como: “ya te convertiste en mujer”, frases que hacen sentir a muchas niñas avergonzadas y a la vez acosadas. Kristal motiva a que los padres realicen el acompañamiento a sus hijas para tomar decisiones responsables y sentirse seguras.

Kristal comenta que su primera menstruación ocurrió a los 14 años en la clase de educación física, inmediatamente le comunicó a su amiga para que la acompañe al baño y se fijó que se había manchado, ella asegura que se sintió sorprendida y un poco asustada. Decidió llamar a su madre para indicarle la situación, ella le recordó el uso de la toalla sanitaria ya que anteriormente habían conversado sobre la menstruación.

Kristal pensó crecer más antes de que llegue su primera menstruación. Sin embargo, su madre le indicó que cada cuerpo es un mundo y que no se preocupe de esta situación ya que todo llega en el momento adecuado. Kristal comparte lo que conoce sobre la menstruación, sabe que dura 3 o 4 días y que hay veces que durante los primeros días siente dolor en las caderas o cambios de humor. También resalta la importancia al acceso a productos menstruales para que las niñas tenga un aseo adecuado.

Kristal comenta que la experiencia vivida en el Taller de “Higiene Menstrual” fue muy valiosa. Esta experiencia la motiva a siempre mantenerse firme a la idea de no sentirse avergonzada; aprendió que existen muchos productos menstruales como los tampones y la copa menstrual, información que le parece útil para difundir y apoyar a otras niñas y adolescentes. El taller fue dirigido por el Programa Mundial de Alimentos y Plan International a adolescentes en contexto de movilidad humana y población de acogida y su principal objetivo fue contribuir a la generación de entornos seguros que fomenten la prevención de violencia basada en género y ejercicios de Derechos Sexuales y Reproductivos. Después del taller, Kristal hace un llamado a las adolescentes a que no teman, que no se sientan asustadas, que sean seguras de sí mismas y entiendan que la menstruación es un proceso 100% natural.

Como lideresa, Kristal asegura las niñas deben de informar a sus padres o a personas adultas de confianza, en casos de sentirse afectadas por burlas en sus colegios o en su comunidad respecto a la menstruación y en cualquier situación de vulneración de sus derechos. Además, enfatizó lo siguiente, “las niñas deben empoderarse frente a temas que las involucran, cambiar realidades, y generar propuestas que nos permitan vivir en un mundo más justo con igualdad de oportunidades”. Finalmente asevera que es importante que las adolescentes mantengan una buena relación y comunicación con sus padres para que reciban información verificada y confiable respecto a la menstruación.