“Todos los sueños se cumplen si tenemos el coraje de perseguirlos”

Mayra, tiene 24 años de edad, vive en la sierra ecuatoriana, en la zona más alta y alejada de Guamote, comunidad que queda cerca del majestuoso volcán Chimborazo, la montaña más alta de Ecuador. Es la mayor de tres hijas y tiene un hermano. Viene de un hogar trabajador, donde su madre y padre han priorizado el estudio de sus hijas e hijo y su ayuda en la comunidad.

Empezó a participar en proyectos como beneficiaria de Plan International Ecuador desde que tenía 8 años. Terminó la primaría a la edad de 12 años, fue presidenta del gobierno estudiantil y abanderada del pabellón nacional. Desde muy pequeña desarrolló el sentido de colaboración y responsabilidad por su familia y comunidad.

Cuando tenía 12 años, tuvo que dejar a su familia e ir a vivir a la ciudad de Riobamba junto a su hermanita de 8 años, ya que en Guamote no existen instituciones educativas de nivel secundario. Sus padres Alberto y Narcisa, comentan lo duro que fue ir a dejar a sus hijas en la ciudad para que pueda continuar con sus estudios. Su madre expresó “para que Mayra no se sienta sola también envié a mi otra hija menor de 8 años, para que ambas se hagan compañía y juntas puedan superar los problemas”. Esta experiencia contribuyó para que Mayra sea independiente, responsable y fuerte.

A su corta edad, se hizo cargo de su hermana menor, ella cuenta que “al inicio fue muy duro, tuve que levantarme muy temprano para preparar el desayuno e irnos a clases, de regreso, preparar el almuerzo y luego la cena, apenas me quedaban unas horas para estudiar…aprendí a resolver los problemas y vencer barreras por mi propia cuenta, fue difícil adaptarse a otro ambiente sí, pero fue aún más fuerte el deseo de superación y todo sacrificio sigue valiendo la pena”. Al inicio vivían en un cuarto arrendado, luego sus padres pudieron comprar un terreno a las afueras de la ciudad y ahí construyeron una casa en donde hasta el momento viven. Desde ese entonces pasan de lunes a viernes en la ciudad y los fines de semana retornan a su comunidad donde realiza actividades a favor de la niñez.

Mayra es voluntaria de Plan International desde los 17 años

Mayra cuenta que cuando era niña sufrió violencia por parte de sus compañeros de la escuela “…sufrí maltrato y eso es el motivo que hoy en día me entusiasma luchar por los derechos de las mujeres y las niñas, por la equidad de género, quienes nos molestaban he incluso nos golpeaban eran los niños, quizá era una réplica de lo que sucedía en sus hogares” por esto decidió apoyar a su comunidad.

Desde los 17 años ha sido voluntaria en los proyectos de Plan International y de su comunidad. Después de largos procesos de capacitación y formación empezó a facilitar talleres dirigidos a niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Estas experiencias le ayudaron a mejorar sus conocimientos, capacidades y habilidades, lo que le llevó a convertirse en una gran mediadora comunitaria. “He enfrentado retos, logré perder el miedo y a desenvolverme en público”, dice ahora con mucha alegría.

Mayra es parte del ‘Movimiento Por Ser Niña’ del cantón Guamote, una organización civil que promueve los derechos de las niñas. Ha sido muy creativa y activa, siempre preocupada por el bienestar de las niñas. Coordina y ejecuta actividades, con el único propósito de alcanzar la justicia y la igualdad de las niñas y mujeres.

Dentro del contexto de la pandemia, Mayra se ha comprometido a continuar trabajando por el bienestar de la niñez. Brinda charlas sobre el autocuidado, protección y prevención de la COVID-19 y en algunos casos colabora a domicilio para llegar a familias que no acuden a los centros comunitarios, “lo único que quiero durante esta pandemia es que todas las niñas y niños se encuentren bien”.

Está a un año de culminar los estudios universitarios en una institución pública en la carrera de Ingeniería en Ecoturismo en la Escuela Superior Politécnica de Chimborazo.  Su sueño es ayudar en su comunidad a fomentar el turismo comunitario con los jóvenes para contribuir a mejorar las condiciones de vida de las familias.

Su actitud es de perseverancia y lucha contra la injusticia.  Mayra busca ser un soporte para que las niñas y jóvenes cumplan sus sueños, sean lideresas y tomadoras de sus propias decisiones. “Tengo una frase que me define y siempre la tengo en cuenta: todos los sueños se cumplen si tenemos el coraje de perseguirlos”.

Autora: Norma Mora

Técnica de Desarrollo Local, Chimborazo-Bolívar